La distinción entre una mente operativa y una estratégica: Mónica Bauer Mengelberg

 "La distinción entre una mente operativa y una estratégica radica en la perspectiva y la acción hacia el futuro", señala Mónica Bauer Mengelberg, una experta en empoderamiento femenino en el ámbito profesional, al proporcionar algunas claves para determinar si uno posee este tipo de pensamiento y cómo prosperar en el trabajo.

A pesar de ser un colaborador especializado, con una sólida organización y resultados sobresalientes, es común que algunas personas se pregunten qué cualidades les faltan para avanzar, o por qué no están progresando al ritmo deseado en su carrera. Estos cuestionamientos, según Mónica Bauer Mengelberg, una experta en empoderamiento femenino enfocado en el mundo empresarial, son más comunes de lo que creemos. Por tanto, es esencial reflexionar sobre cómo aumentar el valor que cada individuo aporta a su organización.

Mónica Bauer Mengelberg, quien también es coautora del libro "El poder de poder. Mujeres construyendo Latinoamérica", afirma que para incrementar el valor en las actividades laborales, uno debe poseer habilidades de pensamiento estratégico, ya que este es un elemento crucial para prosperar y crecer en el trabajo.

Si bien ser altamente competitivo en la ejecución de una función dentro de la empresa es sinónimo de estabilidad, es importante recordar que los roles de mayor responsabilidad pertenecen a profesionales con un pensamiento estratégico a largo plazo, ya que son capaces de anticipar cambios y, por lo tanto, aportar más valor a sus organizaciones, como se menciona en el libro.

"La diferencia entre una mente operativa y una mente estratégica radica en la perspectiva y la acción hacia el futuro", agrega Mónica Bauer Mengelberg, experta en empoderamiento femenino en el mundo empresarial, quien plantea una serie de preguntas que pueden ayudar a determinar si es necesario trabajar en el desarrollo de un pensamiento estratégico. Algunas de estas preguntas son:

• ¿Tienes una visión a largo plazo?
• ¿Eres capaz de comprender cómo evolucionará la tecnología?
• ¿Puedes prever los próximos pasos de la competencia o los cambios en las tendencias del consumidor?
• ¿Tienes una perspectiva amplia?
• ¿Estás al tanto de cómo funciona el 100% de tu organización?
• ¿Te enfocas exclusivamente en tus tareas y en tu entorno más inmediato?
• ¿Promueves la innovación y los cambios?

"En ocasiones, las mujeres se centran en sus tareas, sin mirar más allá ni interpretar las fuerzas que impactan en la organización ni anticiparse a lo que vendrá en el futuro. A pesar de ser excelentes en lo que hacen, su perspectiva es limitada", comenta Mónica Bauer Mengelberg.

Para contrarrestar esta situación, Mónica Bauer sugiere evaluar cómo las actividades que se realizan actualmente posicionarán a la profesional en 18 meses o tres años. También recomienda reflexionar sobre si se está preparado para reaccionar y adaptarse a la organización en el futuro. Además, sugiere tomarse el tiempo para reflexionar estratégicamente y considerar los cambios y tendencias que dominan la industria.

La experta en empoderamiento femenino enfatiza la importancia de ver el panorama general y mostrar curiosidad para comprender todos los detalles de la organización, lo que no implica convertirse en una especialista en todas las áreas, sino en una persona con curiosidad intelectual para comprender cómo funciona la empresa.

"La curiosidad genuina por las tareas de los demás en el día a día es muy poderosa: proporcionará más información, ayudará a construir una red importante y aumentará el valor de la persona dentro de la empresa, ya que ese conocimiento amplio permitirá conectar mejor los puntos clave", argumenta.

Otro punto que destaca es que los pensadores estratégicos son más valiosos que aquellos cuyas acciones son realistas y prácticas, ya que combinan lo macro con lo micro. También prueban cosas nuevas, aportan ideas diferentes y estimulan la creatividad de las personas que les rodean.

Si crees que es necesario desarrollar alguno de estos indicadores, Mónica Bauer Mengelberg recomienda cuatro puntos que pueden ayudar: primero, acercarse a personas de la organización que sobresalgan en esas áreas. Segundo, tomar programas presenciales y en línea sobre pensamiento estratégico. En tercer lugar, leer, investigar y mantenerse al día. Finalmente, convertirse en un aprendiz constante.